La albiceleste visitó hasta en cinco ocasiones el punto de penalti en este Mundial (al margen de las tandas de desempate).
Y la última de estas citas no solo abrió el marcador en la final, sino que supuso un récord absoluto en los Mundiales.
Por primera vez en la historia, una selección tuvo hasta en cinco ocasiones la oportunidad de disparar un penalti.
La cifra supera las cuatro penas máximas de las que disfrutaron Holanda en el Mundial de 1978 y Portugal en el de 1966.
